Domingo 26 de agosto de 2018, Ciudad de México 7am iniciaba la gran fiesta de corredores, el día esperado, el momento que muchos querían vivir para poner a prueba su resistencia, cumplir con un sueño, correr para demostrarse a sí mismos que pueden, que lo van a lograr. El tradicional Maratón Internacional de la Ciudad de México en su XXXVI edición, 38,336 personas inscritas, solo cruzaron la meta 32,645.
Correr el maratón de la CDMX no solo es participar en un maratón más, es toda una experiencia. La principal diferencia con el resto es que hay gente a lo largo y ancho de todo el trayecto apoyando a los corredores que vienen de distintos estados de la república y de muchos otros países del mundo.
Personas que gustan de esta disciplina del correr, se inscriben para participar en esta fiesta deportiva y entrenan a lo largo del año para asistir, a finales de agosto, y reunirse en el centro de nuestro país.
Uno de los retos que enfrentan los corredores, además de vencer esos kilómetros, es lograr llegar completos a la meta que, dicho sea de paso, es espectacular, nada menos que el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, lugar de mil historias, de tradición, de glorias (Las Olimpiadas de México, los campeonatos de la liga mexicana), del Goya. Y en esta ocasión tocaba ser testigo del cumplimiento de metas personales, más de treinta mil maratonistas que lograron la hazaña de correr 42.195 km.
Para que tengan el dato de los ganadores de este año, LIGERA MENTE se los comparte: el ganador de la rama varonil fue el keniano Tikus Eriku, imponiendo además record con un tiempo de 2:10:37; en la rama femenil la etíope Etaferahu Woda Temesgen con un tiempo de 2:40:11. Tiempos que, por mucho, están lejos de poder ser alcanzados por el resto que, como yo, somos “simples mortales” que practicamos la disciplina del correr y entrenamos por el sencillo gusto de llegar a la meta, aunque nuestros tiempos no den para registrar ningún record Guinness, si acaso solo se registran en el corazón y en la memoria de cada uno de los que corremos este maratón con diferentes objetivos y motivación.
Como dato importante les comento que desde 2013, el maratón ha salido del Hemiciclo a Juárez y la meta ha sido Ciudad Universitaria. Este año la ruta fue la misma de los Juegos Olímpicos de 1968, partió del Zócalo hasta CU. Las salidas se organizan por bloques de tiempo, desde los más rápidos (kenianos, etíopes, peruanos, mexicanos) hasta los que van a disfrutar el recorrido y salen en el último lugar.
Cada kilómetro recorrido opera diferente en el ánimo y fortaleza de cada corredor. Cuando inicias todo es energía. Cada 10 kilómetros vas cambiando de estado de ánimo, pasas de la euforia al llanto, a la alegría, a la tranquilidad, aún sientes que tus piernas pueden; después a los 28 ó 30 kilómetros viene el famoso muro, llamado así porque para ese momento el cuerpo dio todo físicamente y aquí es donde inicia la lucha entre uno mismo y la mente para poder terminar esta prueba. Para ese momento, los calambres llegan a apoderarse de las piernas, la hidratación no se siente suficiente, sufres mareos y físicamente te sientes incapaz de continuar. Empieza a dominar la mente, sigues consciente de que esto se termina como los grandes: sin rendirse. La gente que se encuentra en las calles para animar no deja a nadie darse por vencido, una sonrisa, una palabra de aliento, ofrecen agua, jugo, fruta, también hay una infinidad de letreros y memes hechos por las familias de los corredores, por amigos, por gente que gusta de apoyar sin más, solo donar su tiempo y alegría al evento, para que el camino de los corredores sea menos pesado.
Una vez que se cruza la tan ansiada meta, todo es diferente, todo es nuevo y, en ese momento, la alegría de recibir la medalla del Maratón de la CDMX en su edición 36, no tiene comparación.
Este año 2018, el maratón de la CDMX que es el noveno más importante a nivel mundial y es el número 1 en Latinoamérica, fue nuevamente exitoso. Ojalá la próxima edición continúe la tradición y que la organización, a pesar de los cambios de administración, se refleje en beneficio de los maratonistas que nos damos cita año con año. Esperamos el 2019 otro gran Maratón.