Al fin está por terminar el semestre. Me pareció una eternidad, una vida entera, y eso que apenas es el primero. No puedo negar que odié la cantidad de tiempo que me pasaba sufriendo mentalmente y, he de confesar que hasta me enfermé por tensión, no una, varias veces. Pero también hubo muchas cosas buenas y me la he pasado muy bien en la prepa.
Debo decirles que todo el semestre he tenido momentos realmente increíbles y casi todos estos fueron gracias a mis nuevos amigos que han hecho mi vida muy divertida y tolerable. Sin ellos no se si podría resistir todo el trabajo a seguir.
Obvio no son unos ángeles. Casi todo el tiempo nos hacemos burla en el salón por cualquier cosa. Por ejemplo, cuando me equivoco, que es muy seguido, en lugar de llamarme Raul (así se pronuncia, aunque se escriba Raoul) me dicen “AY RAEIOUL”. Luego mueren de risa. Bobotes ¿no?
Pero no conformes con eso, continuamente me daban nalgadas porque aparentemente tengo un trasero relativamente grande y, al hacerlo, decían “RAEIOUL TIENES UN PERRO CULAZO”. Claro, esto para mi es bastante incomodo y no me encanta, pero no puedo negar que es muy gracioso ¿qué es eso de perro culazo? jajaja
No puedo contar más porque me involucran y no quiero recibir algún castigo por parte de mi progenitora que ahora anda muy tranquilita.
Tengo todo tipo de amigos. Algunos tímidos, otros brillantes, algunos muy bobos. Ya les iré contando de cada uno de ellos. Vale la pena narrar cuanta idiotez se les ocurre y hacen. Ya no soy el único.
Pero además de risas y diversión, la exigencia es bastante y la hemos pasado de pronto muy mal. Al principio reprobé un parcial de mate. Yooooooo que era tan bueno para las matemáticas, ahora soy un burrazo. Pareciera que, así como entraba a la prepa, me iban saliendo orejotas y cola. Lo bueno: tampoco soy el único. Bien dicen que las penas compartidas no duelen tanto. Ese día me deprimí al igual que el resto de la manada que reprobó.
Ahora estamos en exámenes finales y me preocupan las posibles calificaciones que obtenga (en las anteriores no me fue tan bien) y por eso trato de no estar nervioso, pero es muy complicado y siento demasiada presión y no solo por las notas, sino porque sé que mi mamá está haciendo un esfuerzo muy grande para que pueda estudiar en donde estoy y no quiero decepcionarla.
Por eso es que es tan importante para mí aprobar. Y me esfuerzo. Además de estudiar, estoy tomando asesorías con mis profesores y otros compañeros que saben más que yo. Solo espero al final poder decir: “éstas van por usted madre hermosa”.