El sueño del presidente comienza a hacer estragos cuando aparece en un alejado lugar y un sujeto que lo aborda le dice:
-Señor, mi nombre es Nicolas Maquiavelo y seré su guía, le presentaré a unos señores que desean conocerlo.
Muy bien señor, aunque no están en mi agenda, pero tampoco conozco a nadie así que aceptaré ser guiado por usted.
-Mire señor López, el infierno a final de cuentas no es como todos lo dibujan, sin embargo, tiene que saber a lo que se atiene y a lo que, quizá, le depara el futuro. Por eso es mejor empiece a conocer a algunos amigos, pero vamos por partes, lo guiaré hasta sus aposentos y ellos mismos le dirán quiénes son.
Bien, vamo pues.
-Le presentó a Belcebú, él es uno de los tipos de quienes le había hablado, él representa a la Gula.
* Qué gusto saber de usted, mire, mi nombre significa “el señor de las Moscas” porque mis adoradores de antes gustaban de la carne de los sacrificios que dejaban pudrir, por lo que mis altares estaban infestados de moscas. Se me identifica con la glotonería, el consumo excesivo de comida y bebida y aunque no lo pareciera, usted también es un consumista exagerado de ingesta de bilis, la gula también incluye ciertas formas de comportamiento destructivo. Aquí comerá todo lo que quiera, aunque sé que lo suyo es comer gente con quien no simpatiza, eso lo puede hacer todas las veces que quiera. Siempre será bienvenido. Mire, ahí hay otro, ese regordete que va ahí se llama Luis XVI, lo de gobernar no se le dio, pero si el gran gusto por comer y dejar a su pueblo sin comida.
Muchas gracias señor, aunque creo que me confunde, yo solo peleo con los malos, los que quieren dañar a mi país…no son mis enemigos, son enemigos de México.
* Y entonces, ¿dice usted que me equivoco en mi evaluación sobre su persona?
Si señor.
* Bueno, seguro encontrará más similitudes adelante. Llévalo a otro lugar Maquiavelo, aunque por aquí voy a estar rondando.
-Sígame señor López, le voy a presentar a Leviatán, él representa a la Envidia.
* Qué tal López, soy Leviatán, soy el ídolo de quienes desean vehementemente un bien que tiene una persona particular y concreta. A mí se me ve como el que intenta poseer a las personas, siendo estas difíciles de exorcizar. El deseo vehemente va acompañado de la percepción aguda y dolorosa de que uno carece del bien que aquella persona posee. Usted a pesar de que ya tiene el poder que le envidiaba a sus antecesores aún los envidia, por ello creo que se asocia conmigo, su obstinación se debe a que no soporta lo que otros hicieron y por ello intenta destruirlos.
No para nada, yo no me identifico por el rencor, no va conmigo. Solo quiero que se haga justicia y que paguen por lo que hicieron.
* Entonces, en esencia busca el mal para ellos.
Tengo otros datos y otra idea distinta de la suya.
* Jajajajaja, que chistosos son los mortales, me divierten, pero anda Nicolas. Llévalo con los demás.
Oye Maquiavelo, no me gusta la forma y el modito con el que me hablan estos señores.
– Más vale que se acostumbre, quizá aquí permanecerá para siempre. Mire, ese que ve allí es Asmodeo, representa la Lujuria.
Pero yo no soy lujurioso, no tengo deseos carnales más allá de los normales.
-Y ¿qué es lo normal?
Pues aquello que es moderado.
* Soy Asmodeo, me definen como el maestro del vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales, me definen como el Exceso o la Lujuria, aunque dicen que me ahuyentan con los vapores que desprenden al hervir vísceras de peces, aunque te aclaro que a ti ni los genitales del pejelagarto te salvarán de nosotros.
El pueblo es el que me protege señor y mire, también traigo estas estampitas.
* Bueno, aquí lo espero con todas las que tenga.
– No corra Señor López, mire él es Belfegor, es el demonio de la Pereza…
Yo no soy perezoso, me levanto diario a las 5 am, ando en todos lados.
* Cállese y escuche, no somos demonios por ser buenos y comprensivos, mi culto tentó a los israelitas antes de entrar a la tierra prometida, mediante engaños, usted causa a millones una pereza nada más de escucharlo hablar y decir sandeces. Existen razones poderosas para estar aquí, así que no crea que nos libra con su arenga de ser alguien trabajador. Usted incentiva la holgazanería y premia a quien vive así.
Se equivoca, yo ayudo a los pobres.
* Usted se ha convertido en un promotor de la holgazanería, en un productor de pobres.
– Avancemos señor López, ahora le tocará conocer a Amon, representa la Ira.
* Soy Amon, dios del odio y del enfado. Esas emociones que se pueden manifestar como una negación vehemente de la verdad tanto hacia los demás como hacia uno mismo. Algo de lo que usted está invadido y no lo deja gobernar. Pero aquí tiene y tendrá que purgarlo por siempre, siga con sus ataques iracundos que para nosotros es alimento puro y a usted le pudre el alma.
Amor, paz, abrazos y no balazos es lo que promuevo.
* Eso promueve a quien usted le teme, usted es dócil con los que intoxican, matan y asesinan. Pero no lo es con sus rivales, engañe a los mortales que aún le creen. Aquí tenemos registro de todo lo que hace.
No voy a caer en provocaciones.
– Espereme señor López, no se enoje, mire ya llegamos con Mammón, el representa la Avaricia.
* Como bien lo señala Maquiavelo a mí me caracteriza el deseo vehemente de adquirir riquezas y bienes en cantidades mayores de lo que es necesario para satisfacer las propias necesidades. Tu avaricia por el poder te ha traído hasta este lugar. No dejas que tus cercanos te hagan sombra para amasar más y más poder.
Yo solo quiero el bien de mi pueblo.
* Curiosamente poniéndote tú como ese generador del “bien”, no señor, tu discurso esconde la avaricia que te distingue, eres lángaro y eso te hace vulnerable, sacrificas lo que sea por tus apetitos de poder.
No coincido, pero lo respeto.
– Por último, él es Lucifer, representa la Soberbia, es la principal fuente de la que derivan los otros (pecados). Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás.
* Vaya Maquiavelo, me traes al prototipo de este bello pecado. López, a mí me llaman el “Ángel Caído” mi presencia hace que todo mundo se sienta superior a los demás. Tú disfrutas de pisotear y minimizar a todos, tu arrogancia engaña a todos, te presentas como un noble corderillo, cuando en realidad escondes un tirano en ti.
Soy humilde siempre.
* Tu soberbia te ciega y te destruye; primero incendias a tu pueblo antes de reconocer tus desastrosas fallas; culpas a los demás y no asumes tu responsabilidad. Pronto te veré por acá y te señalaré tu día a día.
– Vamonos Sr. Lopez que no tardas en despertar.
No pienso volver, no me gustó nada este lugar.
– Si supieras que aquí estarás por siempre.
Despierta el presidente y se dirige a su mañanera a continuar con sus datos, cifras y acusaciones a sus opositores.
No, no sirvió de nada la lección en su sueño.