Época de Navidad, la tv, las tiendas, el espíritu navideño siempre anda por ahí contagiándonos a todos… la idea es contagiar alegría y paz, pero en este año también podría contagiársenos el Virus. Aún y cuando creo que lo que menos debemos tener es miedo, como es un servicio social lo que hacemos con la Llave de Pandora para llegar a ti, te pido desde mi parte Ángel que, sin miedo, tengas mucho cuidado y no olvides que este monstruo que hemos cargado prácticamente todo el 2020, sigue acechando y que todos somos sospechosos de ser portadores.
El Cuento de Navidad o Christmas Carol, es un ícono navideño, que seguro todos conocerán. En esta obra, el avaro Ebenezer Scrooge, hombre viejo y rico, es visitado por tres fantasmas: el de las navidades pasadas, el de las futuras y el de la presente. Ellos lo hacen reflexionar sobre lo hecho con su vida y le dan la oportunidad de rectificar, ser compartido y obtener, finalmente, lo más importante que existe: el amor de otros.
Este Virus, para algunos de nosotros ha sido así, un fantasma que nos ha venido a modificar la vida y nos ha hecho reflexionar sobre nuestros actos; hay quienes, aún no creen que exista, hay días que yo tampoco quiero creerlo, pero hoy por hoy los hospitales están llenos y los costos sólo para ingresar, de lo que he escuchado son una locura, pero lo peor es que miles de personas siguen muriendo y enfermando pues las medidas no han sido efectivas… y ahí está el fantasma del pasado y las malas decisiones, estamos en semáforo naranja pese a que las cifras de contagios y muertes están peor que nunca. De alguna manera los entiendo, nadie quiere volver a estar encerrado, ya los comercios no aguantan un nuevo cierre, todos, bueno la mayoría afectados en nuestros bolsillos, aunque para variar hay quien siempre se llenan los bolsillos con las pérdidas de otros. A esos avaros ya les llegará su fantasma.
De cualquier manera, la salud siempre será lo más importante y si escuchamos al fantasma del presente y del futuro, no nos queda otra que ser prudentes e intentar ser lo más cuidadosos posible. Por favor, no vayan a lugares concurridos, usen cubrebocas y apliquen al máximo medidas de sanitización, no es buen momento para bajar la guardia.
Pidamos como deseo de Navidad por la salud de todos, pero sin olvidar la tremenda lección que nos vino a dar esta pandemia: cuidarnos y ser más conscientes de nuestra salud. Creo que todos anhelamos llegue la vacuna y, con ella, la esperanza de volver a ser libres. Yo, esto lo pido más por lo niños que necesitan tener una vida social y con libertad. También deseo que por fin nuestros gobernantes aprendan y reconozcan sus errores; que a cabecita desarticulada blanca le llegue una luz en el cerebro para ya no ser tan incoherente y que encontremos un líder que realmente nos pueda dirigir; que podamos vivir en paz, con seguridad para nuestras familias; que no falte nada en cada hogar mexicano; un país creciente… de honestidad y justicia… Deseos que prometen cada año los candidatos y que olvidan los presidentes… Se los pediremos a Santa Claus, a ver si él, sí nos concede el milagro. Yo más que a ese personaje que me parece muy lindo, se lo pido al mero bueno, a Dios, que nos llene a todos de lo más importante: salud, amor y bienestar.
Felices Fiestas para todos los mexicanos.