Por primera vez, desde su creación en 2014, el Instituto Nacional Electoral (INE) debe acudir a la Suprema Corte de Justicia para que sea ésta la que resuelva si es Constitucional o no, que la Cámara de Diputados le haya recortado 950 millones de pesos al presupuesto presentado por el INE sin tener ningún diálogo previo ni plasmar alguna motivación jurídica o política específica. Veamos la historia:
El pasado 28 de noviembre el Consejo General del INE aprobó, a propuesta de la Comisión de Presupuesto y de la Junta General Ejecutiva, el anteproyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal 2019, y aprobó también enviarlo al Ejecutivo Federal para su envío a la Cámara de Diputados, todo ello de acuerdo al marco constitucional que ha regido a este organismo electoral desde su creación en 2014 y antes al IFE desde los años noventa del siglo pasado.
Como sabemos el 23 de diciembre al aprobar el presupuesto de egresos de la federación la Cámara de Diputados aprobó el presupuesto del INE aplicando sin mayor análisis ni motivación una reducción de 950 millones de pesos.
Primera Pregunta.– ¿Es válido que la Cámara de Diputados, en ejercicio de su facultad constitucional que le da el artículo 74, realice este recorte a un Instituto que es un órgano del Estado constitucional autónomo en el que descansa, la función de realizar las elecciones federales e intervenir de forma coordinada con los Institutos Electorales locales para llevar a cabo las elecciones en las entidades federativas del país?
En la controversia presentada ante la Corte se dice que no, ya que justamente la autonomía constitucional se refiere a la capacidad de definir sin la intervención de otro poder el presupuesto de un órgano autónomo y especializado que tiene encargada una función que es primordial para el Estado Mexicano y que se refiere justamente a que la renovación del poder se realice por la vía de las elecciones con reglas justas y equitativas para los participantes.
Segunda pregunta.- En este sentido, la Cámara de Diputados ¿nunca puede modificar el presupuesto del INE?
Se considera que si, en el caso de que el país estuviera atravesando por alguna emergencia económica y así se argumentara en la modificación. Sin embargo, es el caso que en comparación al presupuesto de 2018, la Federación en este año gastará más de 500 mil millones de pesos de lo que gastó el año pasado, es decir no existe una restricción ni emergencia económica.
Tercera pregunta.- ¿Realmente el INE no puede absorber un recorte de 950 millones de pesos?
De acuerdo a lo que se programó para este ejercicio fiscal el INE tiene dos conceptos en su presupuesto, el de gasto operativo o presupuesto base y el que corresponde a proyectos especiales, en donde se encuentra presupuestado lo que corresponde a nuestra intervención en las elecciones locales de este año en Aguascalientes, Baja California, Durango, Tamaulipas, Quintana Roo y, por supuesto, Puebla, ya sea con asunción total de la elección o no.
Justamente en el nuevo presupuesto se tuvo que realizar un ajuste de más de 300 millones al gasto operativo y la diferencia se considera aplicarla al capítulo 1000 que corresponde a salarios e impuestos.
Es decir, lo primero que debemos señalar es que no está en riesgo la organización de dichas elecciones. El INE va a participar en las elecciones de este año a pesar del recorte presupuestal.
Un segundo aspecto que se debe de concluir de la propuesta es que no está en riesgo tampoco, en 2019 y como ha sido desde 2016, la solicitud, tramitación y entrega gratuita de la credencial de elector para millones de mexicanos en todo el país y en el extranjero.
Cuarta pregunta.- ¿Hay alguna salida distinta que permita absorber el recorte?
En realidad, debido a los tiempos con que se cuenta para hacer el ajuste y el marco normativo que se tiene para la organización de las elecciones, una salida poco probable sería el cobro de 50 pesos por la credencial de elector. Opción difícil de concretar ya que dicha credencial es el medio de identidad para los ciudadanos y este derecho no puede restringirse estableciendo un costo.
Desde luego que la otra opción sería cambiar las reglas de las elecciones y quitarle atribuciones al INE como el monitoreo de medios, la fiscalización de las campañas, el voto en el extranjero, la promoción de la democracia, u otras, pero cualquiera que fuera afectaría la calidad de la democracia mexicana alcanzada y reconocida en el mundo.
Quinta pregunta.- ¿Puede el INE ser menos costoso?
Sí, siempre y cuando se analicen con tiempo los ahorros que se pueden alcanzar en el gasto operativo sin que esto signifique el despido masivo de personal o afectar derechos laborales. El INE no está peleado con la austeridad e incluso se había considerado en el presupuesto un ajuste a los salarios de los Consejeros Electorales, sin embargo, esto tampoco fue tomado en cuenta.
Existen, además de la controversia constitucional, pláticas con la Secretaría de Hacienda para obtener una ampliación presupuestal, mismas que siguen en marcha.
En estos momentos difíciles para el INE, esperamos como siempre el acompañamiento de la sociedad, de los poderes constitucionales, de los partidos políticos pero principalmente de los ciudadanos. El optar por despidos masivos o por dejar de realizar nuestras atribuciones pondría en riesgo lo alcanzado en democracia desde hace casi 20 años y este mensaje no lo queremos dar ni al exterior de nuestro país en donde el reconocimiento de la existencia de la vida democrática en México pasa por la valoración de la fortaleza del INE, ni al interior en donde los ciudadanos han confiado en que acudir a las urnas es el camino para generar los cambios que necesita el país, con base en la organización de las elecciones que hace el INE.
No tengo duda de que todos estaremos a la altura de nuestras propias responsabilidades, es momento de concordia y entendimiento y no de confrontación o de aprovechar la coyuntura para debilitar al INE.