Cuando ando en mi parte ángel, que no crean que siempre trae las alas tan blanquitas pero le echa muchas ganas, me pasa (y seguramente les pasará a ustedes también) que encuentro a otros ángeles, arcángeles, o por lo menos, muy buenas personas. Yo, tengo la suerte de tener a mi alrededor a muchos de ellos, les respeto por su esfuerzo, su alma compartida, incluso, la amistad tan valiosa que recibo. Pero, en esta ocasión conocí a Supermán, así como lo escuchan. No trae lentes, ni capa, ni vuela, pero a ¿qué creen que se dedica? A erradicar el crimen organizado del mundo, pasando por los narcos, la corrupción, trata de blancas, de niños, etc. Si, resulta que hay personas así en el planeta, realmente interesadas por el bien común y que van de país en país, de avión en avión, de mundo a mundo (porque mira que hay mundos) tratando de arreglarlo, jugándose la vida, sus propias emociones y su estabilidad, para que el planeta tierra, pueda ser mejor.
Al conocer a este experto internacional, me sentí chiquita, porque aunque haga, escriba y luche todos los días contra mis propios demonios para ser mejor persona, como él me dijo, vivo en un mundo de cuento, y no es porque, como todos aquellos que me han criticado en esta página o en mi vida, uno tenga una vida más o menos estable por lo mucho que ha trabajado, que honorablemente les digo, todo me lo he ganado, no sin la ayuda de una magnífica educación, el amor de familia y amigos, que me han dado la seguridad y el empuje, y claro, mucho estudio y miles de libros que me acompañan… A eso, hay quienes le llaman ser “fifí” ¿se dan cuenta del desperdicio de las palabras y la pobre reducción de términos, de gente con capacidades “diferentes”? Pero volviendo a él, mi parte ángel dice: así deberíamos ser todos, cada quién desde su trinchera, cada persona de acuerdo a sus habilidades, porque al buscar hacer un mundo mejor, al final te alcanza, y eso, de verdad que se vive. ¿Por qué, lo que debería ser normal, nos parece extraordinario?
Fácil. Nos parece extraordinario porque vivimos en el mundo del egoísmo, el yo primero y así, nadie llega a ninguna meta. Este Supermán y el grupo de personas con las que trabaja, unos teóricos, otros prácticos, y otros de ambos, viven trabajando por la democracia, el estado de derecho, los derechos humanos y todos esos términos que deberían ser parte de la vida, pero desafortunadamente no lo son, y al hacerlo, ellos ponen en riesgo su vida. ¿Lo pueden creer???? Esforzarse porque el mundo sea mejor, te pone en peligro. ¡Vaya, qué mundo estamos fabricando!
”Ni las virtudes que me atribuyes poseo, ni -acaso de tenerlas y renunciar a mi tranquilidad- servirían para negocios del Estado. En primer término, porque los príncipes prefieren los asuntos militares, a las artes benéficas de la paz, y más se preocupan de conquistar, por buenas o malas artes, territorios nuevos, que de gobernar rectamente lo que ya poseen. También porque los consejeros de los reyes, o carecen de inteligencia o bien tienen tanta que les impide aprobar las opiniones ajenas, salvo cuando se trata de apoyar y aplaudir las más absurdas, cuando proceden de aquellos por los cuales, aplaudiéndolos, esperan el favor del príncipe…” La Utopía, Tomás Moro
Así de fácil, quien se dedica a la política; y sin decirlo como un total, porque puede haber algunos extraordinarios que vayan por la paz y por el bien como servidores públicos (que, por cierto, se les olvida que esa es la chamba que tomaron), nunca ven por el bien de su pueblo. Teníamos la esperanza, yo también, de que el señor López fuera de verdad y entiendo que hay cosas que no han estado tan mal, pero ¿cuándo podremos tener a alguien que simplemente haga las cosas bien? Ya no hablemos de gobiernos pasados, hablemos de resultados que, por el momento, están lejos de ayudar a la población. La verborrea inacabable de “mañaneras” y las justificaciones inentendibles, no hacen el cambio de tu vida, de la mía, y de nuestro país. ¿Seguirás siendo de los que aplauden, pensando que tendrás el favor de príncipe?
La primera traducción al español del libro que menciono antes se hizo en 1637 y no puede ser más vigente. Les recomiendo leer un poco este tipo de libros de pensadores importantes, se lo recomiendo de mil amores al presidente, y si no le entiende del todo, por lo menos, seguro le ayudará a que articule mejor. Ups, ahí si entró la parte demonio, pero me entristece y repito: ¿Por qué lo que debería ser normal, nos parece extraordinario?
Felicidades y gracias a todos aquellos que, en lugar de criticar y ver la manera de afectar, se dedican a la paz y la evolución positiva del ser humano.