“Es tiempo de cuestionar TODO.
Hemos vivido en el exceso y justo ahora
pagamos las consecuencias,
pues nuestros modelos de sociedades masificadas,
han entrado en franca crisis y hoy
nos encontramos en peligro de morir
por brotes epidémicos que cada vez
son más frecuentes y agresivos”. GMV.
La presente reflexión deriva del aislamiento social; es resultado del “encierro voluntario” que millones de “citadinosaurios”[1] estamos viviendo. Este es un ensayo libre que se atreve a cuestionar los “modelos de sociedades masificadas” que hacían de la interconexión global su principal triunfo y cualidad.
Hoy todo es cuestionable; los sistemas de producción; las formas de hacer negocios; la información (veraz o “fake news”) que circula a todo momento y las formas de convivencia social.
Estamos en un momento en el que la “Economía Mundo” sugerida por Immanuel Wallerstein ha naufragado. Es la etapa en que lo que sucede en el mundo huele a desastre y que la desgracia avanza como un maremoto implacable para alcanzarnos a todos.
Nuestro tiempo lo medimos en días en que debe durar el “distanciamiento social”; queremos despertar de la pesadilla y que todo “vuelva a la normalidad”, aun sabiendo que eso es una utopía. Nada volverá a ser como antes; más aún, no sabemos si saldremos bien librados de este desastre. Ya quisiéramos tomar las cosas con tranquilidad y aplomo como lo hace López Gatell (Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México).
Sólo mencionaré algunos rasgos de lo que hoy día cuestionamos y que está sufriendo una ruptura estrepitosa:
- Inestabilidad de los Mercados Financieros, particularmente el Mercado de “Commodities” que han dejado caer al precipicio, como nunca antes en la historia moderna, los precios internacionales del petróleo, en el que Rusia y los Países Árabes son los principales contendientes.
- Tensiones de todo tipo: entre Naciones; entre el sector público y el sector privado; entre grupos sociales; entre gobernantes y gobernados; entre los miembros de la misma familia.
- Desequilibrios urbanos y ecológicos; lo masivo ahora es peligroso. No sólo causa insuficiencia en los servicios públicos; también pone en riesgo la sustentabilidad de los ecosistemas.
- A mayor duración de la Pandemia del Covid-19, mayor será el daño económico y social.
- Crisis del “modelo de sociedades masificadas”; se pone en tela de juicio los rasgos comunes de nuestras vidas cotidianas: “…Sobrepoblación, turismo masivo, urbes inmensas, viajes aéreos constantes, cadenas de suministros a miles de kilómetros y una extrema desigualdad en el reparto de la riqueza y en los sistemas de salud públicos” (El País 12IV20).
- Nuevas reglas en el manejo de la economía, las finanzas y el comercio; se impondrán nuevos esquemas de competencia empresarial y modelos novedosos para consolidar el comercio electrónico.
- Nuevos hábitos de consumo y nuevas tendencias tecnológicas que permitan la supervivencia individual; alejada de las aglomeraciones.
- Revaloración del Peso del Estado frente al Mercado; mayor intervención de las finanzas públicas para permitir una mejor redistribución de la riqueza y disminuir la marginación social, derivada del estatus socioeconómico o por la edad.
- Reingeniería Institucional; estructuras económicas y políticas más redistributivas y que eviten estallidos sociales que vulneren los niveles de seguridad.
- Cuestionamiento a los liderazgos tradicionales; es el momento en que las potencias industrializadas muestran sus debilidades
- Devastación de la credibilidad; hoy los ciudadanos no aceptamos la “información oficial”; nos parece que es un acto de manipulación mediática, para mantener el control económico y político que garantice sociedades aletargadas que sólo actúan para mantenerse a salvo.
- Crisis emocionales; la mayoría de la población en confinamiento padece crisis de ansiedad, claustrofobia, violencia e insomnio.
Serían muchísimas las características que podemos señalar, pero sólo me resta comentar que las “versiones conspiracionistas” o “proféticas” que intentan identificar que ya estaba todo diseñado por mentes superiores/perversas o que ya estaba escrito en las “profecías”, apuntan a la manipulación y a crear un clima de confusión que le dará fuerza a los grupos de poder tradicionales o emergentes que aprovechan la fragilidad emocional de la gente para alimentar sus inseguridades y obtener rentabilidad de la ignorancia.
Por último, sigue el debate en torno a que tan factible es construir sociedades deseables y que sean realmente sustentables, es decir, ¿qué tanto lo que deseamos es posible?
Ánimo queridos lectores, no todo está perdido… Aún hay camas disponibles con respiradores artificiales en la Unidades Hospitalarias de México.
[1]Término que introduzco para identificar a los ciudadanos de las grandes urbes que, a pesar de los avances de la ciencia y las comunicaciones, están confinados al encierro ante el peligro epidemiológico y que despierta sus instintos primitivos de inseguridad, ansiedad, agresividad y sobrevivencia como valor único.
Fuentes Consultadas:
EL PAÍS, “Así será la economía que vendrá tras el virus”. Obtenido del sitio web: https://elpais.com/economia/negocio/2020-04-11/asi-sera-la-economia-que-vendra-tras-la-pandemia.html
Desde Mi Trinchera; “Sociedades deseables… ¿Sociedades Posibles? Obtenido del sitio web: https://www.desdemitrinchera.com/2015/08/31/sociedades-deseables-sociedades-posibles/.