Por raro que parezca, hasta el estrés tiene su lado positivo, y es que el estrés al ser una respuesta adaptativa para reaccionar frente a cualquier acontecimiento de nuestra vida cotidiana ha sido estigmatizado y se le ha señalado como el que pone en jaque negativamente a nuestro cuerpo y mente, pero es momento de conocer su lado amable: les presentó al eustrés o estrés positivo.
Fany Franco Dávila, psicóloga clínica, comenta que el eustrés, sin concebirlo de manera consciente, siempre lo ponemos en práctica, en pequeños momentos, pero, claro, depende de los recursos psicológicos de cada individuo. Según la doctora Franco Dávila, “con el eustrés vas a tener la capacidad de analizar una problemática y tomar decisiones con algún recurso psicológico, la creatividad y la inventiva, dejando de lado la angustia. Obvio, el problema no desaparecerá, pero saldrá a flote toda tu capacidad emocional y psicológica generando emociones gratificantes y soluciones a tus dolores de cabeza”.
Guadalupe Soto, maestra de zumba y dueña de un centro de entrenamiento físico, tuvo que cerrar su negocio por meses ante la emergencia sanitaria, pero al irse prolongando el semáforo epidemiológico en rojo en la Ciudad de México, comenzó a utilizar las plataformas digitales para dar sus clases, cobraba menos, pero comenzó a llegar a más personas e, incluso, a realizar videos personalizados de acondicionamiento físico. Este es un claro ejemplo de lo que el eustrés puede lograr.
El estrés positivo es un llamado a buscar soluciones poniendo en práctica la creatividad e imaginación, maximizando habilidades y cualidades, a diferencia del distrés (estrés negativo) que puede llegar a generar conductas desajustadas y/o bloquear la capacidad de análisis y decisión.
Karina Nájera, doctora adscrita al Servicio Médico del Congreso de la Ciudad de México ha señalado que ejercitarse físicamente, escuchar música, viajar, convivir con amigos y familiares ayudan a detonar el eustrés: “hacer cosas que nos producen una sensación de bienestar ayudan a detonar el eustrés, ya que se liberan hormonas catecolaminas como la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina”.
Es así que el eustrés además de abonar a nuestra salud mental y emocional, provoca satisfacción, optimismo, energía, vitalidad y aumento en la autoestima. Y no sólo trae positividad a la mente, sino al cuerpo y al metabolismo entero ya que, al liberar hormonas como la dopamina, fortalece el sistema inmunológico, disminuye los niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa en sangre, y con eso de que estamos terminando el puente Guadalupe-Reyes puede ser un excelente aliado para bajar de peso.
Las circunstancias distresantes son inesperadas, por ello los especialistas coinciden en recomendar realizar ejercicios de plasticidad cerebral, que no es otra cosa que activar el sistema nervioso central para evitar un deterioro cognitivo, a través de ejercicios aeróbicos como la natación y el baile, o aprender idiomas, ordenar tu espacio laboral y personal, leer, practicar yoga y meditar. Muchos buenos hábitos para comenzar una nueva vuelta al Sol.
Otro factor que conlleva a momentos de bienestar es la alimentación por lo que consumir cítricos, frutos rojos, espárragos, mariscos y chocolate nos hará sentirnos muy, pero muy eustresados.
En este inicio de año, después de lo vivido en el 2020, es fundamental llevar a cabo una reestructuración cognitiva consistente en analizar si determinados pensamientos y circunstancias nos dañan mental, emocional y psicológicamente; y, si es así, llegó la hora de cambiar el chip y enfocarnos en las soluciones, en lo positivo, en aquello que nos haga sentir plenos y felices y, sobre todo, nos haga sacar la mejor versión de nosotros mismos.