Siempre existen, día a día, minuto a minuto, acontecimientos que marcan la vida pública de este país, pero sin lugar a duda, el tema que ha permeado nuestra agenda pública es el papel que juegan las mujeres en la misma y la lucha contra la violencia de género y la igualdad sustantiva de la cual hemos sido objeto durante hace ya mucho tiempo.
Hace algunos meses, por estas fechas tuve la fortuna de ser invitada a colaborar en esta revista y este ha sido de los mejores acontecimientos en lo que a mi agenda se refiere; significó un espacio para mí, para poder expresarme libremente. Por esto y en conmemoración del Día Internacional de la Mujer que tuvo lugar en días pasados, es que aprovecho este espacio para hacer justicia al texto que fue la razón por la cual he tenido esta grata experiencia y, porque no decirlo, gracias al cual he podido hacer realidad el sueño que siempre había tenido de escribir.
A ti Marce: GRACIAS TOTALES POR CREER EN MI; a Ustedes, que me regalan unos minutos de su tiempo para leerme, GRACIAS INFINITAS.
“Estas líneas las escribo con profundo agradecimiento a las mujeres que lucharon hace más de 100 años por los derechos que disfruto hoy en día, mismos que me dan la oportunidad de manifestarme por mis ideales de manera libre, consciente y respetuosa del derecho de todas y todos los demás, respetando a aquellos que no comparten la causa, aquellos que critican, aquellos que se manifiestan radicalmente, aquellos otros para los que el día de hoy fue solo un día más.
La diversidad siempre será un tesoro que apreciar y la oportunidad inigualable de aprender, de empatizar y de respetarnos los unos a los otros…
Esta fue mi primera manifestación pública para defender mis derechos, esos que me dan la libertad de pensar que la violencia de género es una epidemia contra la cual no se ha encontrado cura, pero en donde, indudablemente, las pequeñas acciones nos acercan cada vez más al encuentro con el gran antídoto. Debido a esto lo considero pues la ocasión perfecta para escribir mis primeras líneas desde mi libertad, esa de la cual no todas disfrutan. De eso trata hoy, de recordar que las mujeres tenemos una voz que retumba fuerte hasta en los más pequeños rincones y que es tiempo de levantarla y romper el mito de que “calladitas nos vemos más bonitas”.
Hoy que podemos celebrar una lucha por la igualdad y los derechos de las mujeres, lucha que no ha terminado y por la cual nos manifestamos unidas, fuertes, elocuentes, iguales, sabedoras de nuestros derechos, tal como se hizo en 1909 y 1917… UNA LUCHA POR LA CUAL DESAPARECEREMOS…
Una lucha POR TODAS LAS QUE YA NO ESTÁN, las que murieron en un intento desesperado y desgarrador porque su agresor respetara sus derechos…
POR LAS QUE ESTAMOS, por mí misma; nuestras amigas, hermanas, madres e hijas que caminan solas por la calle y la única sensación que las acompaña es el temor de que no puedan llegar sanas y salvas a su casa;
POR MI MADRE, la que me enseñó a luchar, a nunca quedarme callada desde mis argumentos, a superarme cada día, a amarme como soy, que me enseñó que soy capaz de lo que me proponga, ella que al día de hoy no se duerme hasta que no le envío un mensaje asegurándole que estoy en casa; por las que desde nuestra trinchera luchamos cada día por tener un lugar, por dejar bien en claro lo que valemos y de lo que somos capaces, por remarcar lo inteligentes que somos en cualquier trinchera, la valía que tenemos como generadoras de soluciones, como madres de familia, como cajeras, como estudiantes, como amas de casa y el empeño incansable que ponemos en cualquier actividad a nuestro cargo…
POR LAS QUE VIENEN, porque son ellas las que deben sentirse orgullosas de nosotros, de que no bajamos la guardia, de que no nos callamos ante la violencia sistemática de la cual éramos víctimas… porque a ellas, a las que vienen, son a las que debemos inculcar que su valor no depende de su apariencia física, que pueden ser heroínas y no solo princesas, que el amor no es violencia, que los celos no son golpes, que les creemos cuando nos dicen que algo no está bien, que tienen el derecho de decir NO siempre, que siempre pueden si quieren y nadie puede decirles lo contrario, que pueden lograr lo que se propongan, que son inteligentes, que son valientes, que son capaces, QUE SON MUJERES…
Y es cierto, tal como lo decía Simon de Beauvoir, no se nace mujer, se llega a serlo… y en un contexto en donde el machismo predomina, el desconocimiento de derechos reina y la violencia prevalece, para poder florecer como fémina se necesita toda la valentía y la seguridad en una misma, la clave pues es esa… es tener fe en nosotras mismas, es no tener miedo, mostrarte como eres aceptando tus emociones, trabajando cada día en ti misma… con esto aseguras mantenerte alejada de críticas hacia otras mujeres, descalificarlas, juzgarlas; aseguras que dejemos de ser enemigas y pasemos a ser aliadas…
Porque estoy orgullosa de ser parte de este movimiento, aunque no comparta todo y también es mi derecho decirlo… Porque no me representan PERO RESPETO, respeto a las que pintan paredes y queman cosas porque estoy segura que encontraremos el camino todas juntas para ser escuchadas de otras formas… respeto a aquellas mujeres que han ejercido violencia de género, intimidación, discriminación o acoso hacia mi persona en algunos lugares de trabajo por tener condiciones para hacerlo y hoy en día, las veo marchando, las veo defendiendo sus derechos y desde mi libertad decido creer que no son oportunistas, que solo les cayó el veinte de que discriminar a otras mujeres, aprovechar su puesto para acosar o denigrar también es violencia y se debe acabar… respeto y creo en la prima, sobrina, tía, que nunca dejó atrás egocentrismos y rivalidades absurdas hacia familiares mujeres sin saber que solo vivían en ellas y hoy se manifiestan por la igualdad y no discriminación hacia las mujeres… y también respeto a las que piensan que las marchas del hoy y del mañana no sirven de nada y que “el 09 nadie se mueve” es una “tontería” porque confío en que la palabra sororidad les hará reaccionar antes… mucho antes de que alguien cercano les haga entenderla.
Soy feminista SI LO SOY, pero de las que quieren ver triunfar a otras mujeres, de las que quieren que la mujer progrese, de las que no juzgan a otras por sus ideales, sus luchas y sus formas, de las que comparte conocimiento con sus iguales para que progresemos juntas, de las que aprende de otras mujeres porque son infinitas en sabiduría, cada una desde su ser, de las que no miden su feminismo en comparación con el poder que tengan sobre los hombres sino en el poder que tengan sobre ellas mismas…. porque quien piense que el feminismo es una lucha entre sexos y no una lucha por la igualdad no ha entendido nada… y ahí radica la importancia de la lucha, NUESTRA LUCHA.”
AranzaAbBa
08.03.2020