El 25 de diciembre de 2021 despegó un cohete Ariane5 desde el puerto espacial europeo de Kourou, en la Guayana Francesa, con un cargamento muy especial: el Telescopio James Webb, el más grande jamás lanzado al espacio y digno sucesor del Telescopio espacial Hubble.
Para hacernos una idea, el Webb tiene una superficie colectora de luz 7 veces mayor a la del Hubble, lo que se traducirá en una potencia hasta 100 veces superior a la del antiguo telescopio espacial.
El cosmólogo John Mather, uno de los padres científicos de la misión explicó que “el telescopio [James Webb] es tan potente que es capaz de ver un abejorro a 380,000 kilómetros de distancia, es decir la distancia entre la Tierra y la Luna”.
El Webb observará directamente una parte del espacio y del tiempo nunca antes vista, ya que contemplará la época en que se formaron las primeras estrellas y galaxias, hace más de 13,500 millones de años.
Mientras que el Hubble observa el universo en luz visible y ultravioleta, el Webb se centra en el infrarrojo, una longitud de onda importante para observar objetos lejanos a través del gas y el polvo.
Con más de 6.5 metros de diámetro, el espejo primario del Telescopio Webb era demasiado ancho para caber en el Ariane5 en una sola pieza, por lo que fue segmentado en 18 piezas hexagonales de berilio bañadas en oro -cada una de las cuales tiene una longitud de 1.32 metros de diámetro- sobre una estructura articulada para que pudiera plegarse para el lanzamiento y desplegarse en el espacio.
El espejo secundario del Webb es más pequeño, redondo y convexo, con un diámetro de sólo 0.74 metros. Se apoya en por tres puntales, o brazos, de 7.6 metros de largo que se extienden desde el espejo primario. Estos puntales están plegados para el lanzamiento y se estiran durante el despliegue.
El gran espejo del Webb y el avanzado conjunto de instrumentos están protegidos por un parasol de cinco capas, construido para desplegarse hasta alcanzar el tamaño de una pista de tenis.
El 24 de enero del 2022, el Telescopio James Webb logró llegar a su destino final, ubicado a un millón y medio de kilómetros de la Tierra, y se ha posicionado en una órbita en torno al Sol, en línea con la Tierra, llamada el Segundo Punto Lagrange o L2.
El L2 es una de las cinco posiciones en el espacio donde la atracción gravitatoria del Sol y la Tierra equilibra la fuerza centrípeta necesaria para que una nave espacial se mueva con ellos.
La ubicación le permite al Webb permanecer en el lado nocturno de la Tierra y seguir la pista de la Tierra mientras se mueve alrededor del Sol. La trayectoria orbital del Webb también asegura que se mantenga fuera de las sombras de la Tierra y de la Luna.
La órbita L2 permite al Webb estar siempre bañado por el sol para generar energía a través del conjunto solar en el lado de la nave que mira al Sol, al tiempo que proporciona una vista sin obstáculos del espacio profundo las 24 horas del día.
Asimismo, permite la comunicación continua del Webb con la Red de Espacio Profundo, un conjunto internacional de tres antenas gigantes gestionadas por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, ubicadas en el desierto de Mojave, Estados Unidos; Canberra, Australia; y Madrid, España.
El Webb cuenta con cuatro instrumentos científicos: Cámara de infrarrojo cercano (NIRCam), Espectrógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec), Instrumento del infrarrojo medio (MIRI), y Espectrógrafo de infrarrojo cercano y sin hendidura (NIRISS) con un sensor de orientación fina (FGS).
Los instrumentos tienen principalmente dos funciones: 1) la toma de imágenes de objetivos científicos; y 2) la espectroscopía, que consiste en descomponer la luz en distintas longitudes de onda -como las gotas de lluvia que crean un arco iris-, para determinar las propiedades físicas y químicas de las distintas formas de materia cósmica.
Los instrumentos del Webb están contenidos en el Módulo de Instrumentos Científicos Integrados (ISIM) y está situado en el lado frío del telescopio, protegido por su parasol de la luz visible e infrarroja del Sol, la Tierra y la Luna.
Los instrumentos del infrarrojo cercano (NIRCam, NIRSpec, FGS/NIRISS) funcionan a unos menos 234 grados Celsius mediante un sistema de refrigeración pasiva, mientras que el instrumento del infrarrojo medio (MIRI) trabajará a una temperatura de menos 266 grados Celsius, utilizando un refrigerador de helio, o sistema de crioconservación.
El 11 de febrero de 2022, la NASA anunció que el telescopio espacial James Webb divisó su primera estrella e incluso se tomó una selfie para registrarlo.
La primera fotografía enviada del cosmos es más que impresionante. Se trata de 18 borrosos puntos blancos en un fondo negro, todos mostrando el mismo objetivo: HD84406, una brillante y solitaria estrella en la constelación de la Osa Mayor.
Posteriormente se logró la fase de “apilamiento de imágenes”, lo que implicó la creación de una sola imagen unificada a partir de las 18 imágenes.
Sobre de esta gran y avanzado equipo podemos concluir con la afirmación de Marcia Rieke, investigadora principal para la NIRCam y profesora de astronomía de la Universidad de Arizona: “el equipo entero de Webb está extasiado de lo bien que están transcurriendo los primeros pasos de tomar imágenes y alinear el telescopio”.