Hoy es un nuevo día en pandemia y como adolescente semi rebelde e inquieto que soy, se me complica aún más hacer de las mías para honrar la gloriosa cadena de desastre que he alimentado desde que era casi un bebé.
Este encierro me lleva a quedarme sin historias estúpidas y divertidas que contarles pues, o son muy básicas o no están actualizadas lo que no me da seguridad de explicarlas y, por esta y otras razones de marketing, tomé la decisión de que para la nueva edición de las Crónicas de un adolescente (ósea yo mero) les platicaré de una empresa nueva que he creado como único y más importante jefe director ejecutivo, cargo que yo mismo me di. Resulta que vendo artículos religiosos, aunque usted ni yo mismo, lo creamos.
Resulta que mi madre tiene un arsenal de santos guardados porque, en algún momento de su vida, tuvo una tienda-cafetería en la que ofertaba este tipo de productos. Total, que un buen día se aburrió, la cerró y se quedó con un montón de mercancía, misma que ocupa una habitación completa de mi casa. Entonces, en un acto de bondad nos la regaló a mí y a otros dos amigos -el Fabri y la Joselyn- para que montáramos nuestro propio negocio y ganáramos una lana.
Si me han leído antes, sabrán que Fabri es mi mejor amigo y Joselyn es la hija de Yuli (si no conoces a Yuli eres raro y nunca has venido a mi casa) estos dos y yo trabajamos sin parar cada día por muchos días y, no me puedo quejar, la verdad es que nos reímos mucho, aunque he de aclarar que ellos son bastante tímidos, pero también muy divertidos. La cosa es que decidimos que repartiremos las ganancias equitativamente entre todos, por más que esto me duela.
Llevamos semanas haciendo inventario, actualizando precios, tomando fotos y subiéndolas a Facebook. Jamás me imaginé que algo así me tomaría tanto tiempo y esfuerzo, pero la idea de empezar a vender para luego comprar distintas cosas que tengo planeadas me tiene super entusiasmado.
Se dice en las calles que si nos compran vamos a ser más felices y todos quieren ver niños felices en el mundo, ¡¡¡AYÚDEN CON LA FELICIDAD DE ESTOS TRES!!! Además, si no nos compran les suelto a mi madre y ella si es bien brava, a su muy estilo dulce y tierno de mamá.
Naaaa, no es cierto, pero lo que si lo es, es que tenemos cosas muy bonitas y a buen precio, ayúdenos promoviéndonos. Así que si estuvieran interesados o conocieran a alguien que quisiera comprar algo relacionado con esta temática, no duden en ver los artículos y piezas que tenemos a la venta podrían checar nuestra página de Facebook Ágape Corp (para esto les dejare enlace al final de mi artículo).
Esto es parte de lo que he hecho, en mi siguiente entrega les contaré como salí unos días de vacación y todo lo que tuvimos que hacer para no contagiarnos. Por cierto, ya regresé a clases así que seguro eso también me dará más material.
Por favor visiten nuestra página y si algún ángel o Jesús o demás cosas les gustara, podrían también enviarme un mensaje en privado. No olviden visitar Agape Corp en la siguiente liga https://www.facebook.com/Ágape-Corp-102469844888231/
Gracias por leerme y compartirme siempre…