Este mes se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y, en México, no hay muchas cosas que celebrar. Estamos atrasados en cuanto a políticas ambientalistas se refiere y urge se refuerce la idea colectiva de “cultura verde”. Sólo así podremos dejar de vivir bajo nubarrones de contaminación y respirando gases tóxicos en las grandes ciudades.
Para empezar a reflexionar al respecto, se asoma una ejemplo esperanzador respecto a cómo se deben hacer las cosas: Costa Rica.
Cuando el “Nyuti” llegó a Costa Rica, el verano del año pasado, logró lo impensable: que la nación centroamericana se convirtiera en el centro paradigmático de las discusiones sobre políticas “ambientalistas” (pretenciosas o no) y cultura ecológica en las regiones más recónditas del mundo.
“Nyuti” significa “estrella” en lengua indígena costarricense. Las estrellas están compuestas de hidrógeno casi en su totalidad y Costa Rica es, precisamente, la primera nación de Centroamérica en alojar vehículos que operan con pilas de hidrógeno y propulsión eléctrica. Dichoso bus que podrá recorrer 338 kilómetros con una sola carga de 38 kilogramos de hidrógeno comprimido y que puede transportar a 35 pasajeros sentados. Y lo mejor: ¡tiene huella de carbono cero!
Costa Rica es un ejemplo de la “cultura verde” de la que todo el mundo habla hoy y a la que todos los países aspiran, pues ya produce más del 99 por ciento de su electricidad con energías renovables. Ahora, se encamina a eliminar las emisiones de carbono de su transporte. Si lo logran, para el 2021 podrían convertirse en el primer país del mundo en eliminar completamente dichas emisiones y operar 100 por ciento con energías verdes, tal como lo prometió Carlos Alvarado antes de tomar posesión como Presidente el pasado mayo, plan respaldado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Y aunque por sí mismo Costa Rica no logrará revertir el cambio climático a nivel global, es un modelo que deberíamos voltear a ver cuanto antes.
¿CÓMO LO ESTÁ HACIENDO COSTA RICA?
El plan se basa en dos premisas esenciales: operar completamente con energías renovables y lograr que el transporte sea completamente eléctrico. Y para alcanzarlas, el gobierno está tomando al toro por los cuernos: impuestos a las emisiones de carbono, incentivos para las empresas encargadas de producir energía y programas que informan y promueven los beneficios de las energías limpias.
Y con el turismo también están teniendo mano firme con el impuesto “C-Neutral”, que tiene el objetivo de que tanto el ecoturismo como otras prácticas industriales compensen por sus emisiones. Eso se traduce, específicamente, en el cobro de 10 dólares por el uso de una tonelada de carbón, recursos que se destinan directamente a los programas de conservación, reforestación e investigación para mejorar las prácticas ecológicas.
¿Y EL GOBIERNO?
Costa Rica también ha sabido aprovechar la mayoría de las fuentes de energía renovables que tiene a la mano y usa cinco: hidráulica (78%), eólica (10%), geotérmica (10%) y solar (1%). Eso es posible porque el gobierno ha destinado gran parte de sus recursos para que este tipo de energías operen en las ciudades y además, se aseguran de que lleguen a los lugares más lejanos.
El 16 de septiembre de 2016, el ICE arrancó el llamado Proyecto Hidroeléctrico Reventazón, la planta hidroeléctrica más grande de Centroamérica; tiene una capacidad de 305.5 megavatios y una inversión de mil 400 millones de dólares.
Sin embargo, ahora tienen el reto de que todos los automóviles sean híbridos, para lo cual, el nuevo gobierno de Alvarado ya anunció que invertirán en la compra de 100 vehículos eléctricos Hyundai como parte de su meta de lograr 37 mil vehículos de ese tipo circulando para el 2023.
Otro paso significativo sucedió en el sector privado, donde se muestran entusiastas de adoptar políticas de energías renovables y, poco a poco, certificarse como empresas de baja emisión de acuerdo a las regulaciones ya publicadas por el Instituto Nacional de Normas Técnicas de Costa Rica.
Y esto ha dado frutos significativos, durante el 2016 la nación pasó más de 250 días consumiendo electricidad producida únicamente con energías renovables, mientras que cerraron el 2015 con un 99 por ciento de generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, lo que lo hizo acreedor a un reconocimiento especial durante la XXI Conferencia sobre Cambio Climático (COP21) celebrada en París.
Es así como Costa Rica, poco a poco, se está convirtiendo en un ejemplo gigantesco tanto para Latinoamérica como para el resto del mundo. De alcanzar las metas de su proyecto, estarían ahorrando anualmente, entre 1.5 y 2 mil millones de dólares, dinero que podrán invertir en otras urgencias.
Costa Rica es el tercer país de América con mayor producción de energía geotérmica, después de Estados Unidos y México, lo que quiere decir que nuestro país tiene grandes ventajas para empezar a producir su propia energía verde y seguir los mismos pasos para lograr el uso masivo de energías limpias y una verdadera cultura verde.