La salida del sol en la política diaria de México
Viendo el circo mañanero de los soliloquios de AMLO y su convicción de que él es el único dueño de la verdad, sin un milímetro de espacio para estar equivocado, acusando que aquellos que no están de acuerdo es porque son fifís y corruptos, me hace remontar a mis días de estudiante y a la clase de Ética. Dada mi proclividad por la política, una lección que se me quedó grabada fue debatir y definir la diferencia entre los sofistas griegos y cómo sus falsedades dieron nacimiento a la filosofía. Los sofistas eran maestros que educaban a los ciudadanos en Atenas. El problema es que usaban, al igual que hoy, argumentos o raciocinios inexistentes, formulados con la finalidad de inducir al oyente a la falsedad que ‘vende’ el orador. El Sofista presenta razonamientos que aparentan ser correctos, pero no lo son.
Las mentiras bien vestidas
Según la publicación “Significados”[1], el sofisma es una falacia intencional que el individuo enuncia para engañar a los demás. En el ámbito de la lógica, una falacia consiste en el acto de llegar a una conclusión errada a partir de proposiciones falsas. En virtud de lo anterior, la filosofía de Platón y Aristóteles aborda la falsedad de un sofisma, repudiando sus argumentos y falsedades, definiéndolo como un raciocinio errado para engañar a los demás. Señalaron a los sofistas como tramposos y mentirosos, ya que engañaban a los individuos a través de sus discursos. De Platón y Aristóteles nace el concepto de ‘filosofía’ que se define como ‘amor a la verdad’ o ‘amor a la sabiduría’.
La historia está llena de políticos y mesías falsos que lograron llegar al poder con artimañas sofistas. Ahora se les llama demagogos. Entre muchos, algunos de los más notables en nuestro continente son: Juan Manuel Perón, Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolas Maduro, entre otros. Sin embargo, en el siglo XX probablemente el más capaz de los demagogos de la historia fue el Dr. Paul Joseph Goebbels[2], periodista con un doctorado en filosofía de la Universidad de Heidelberg quien escribió unos 14 libros antes de ingresar al Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP más conocido por su acrónimo NAZI). Hizo su carrera como tutor y periodista. Al nacer el nazismo se unió al partido y en poco tiempo fue moviéndose al círculo íntimo de Adolph Hitler. Después de ocupar varios puestos, al formarse el gobierno de Hitler, fue nombrado Ministro de Propaganda. En términos alemanes significa Ministro de Relaciones Publicas, pero para propósitos históricos y la crítica de los Nazis, le ha quedado mejor el primer título ya que su función principal era informar al pueblo alemán y al mundo de las ventajas del régimen y sus ganes por medio de radio, periódicos y la industria cinematográfica alemana. Mas importante aún, cuando la guerra viró contra Alemania, sus artículos y discursos se enfocaron a mantener alta la moral del pueblo y las fuerzas armadas, siempre viendo la victoria como algo indudable, convirtiendo derrotas en victorias hasta el último día antes de suicidarse con Hitler y sus familias. La analogía en el caso de México es conocer el principio más importante de la carrera propagandística de Goebbels quien estaba convencido de que “una mentira repetida mil veces, se convierte en la verdad”.
La publicación Las Mentes Maravillosas[3] dice que “tan exitosa resultó la labor de Goebbels, que bien puede decirse que sus mecanismos han sido copiados reiterativamente por muchos líderes del mundo. Sectores poderosos siguen valiéndose de manera consciente de la mentira como medio para manipular las mentes de las personas sobre las que quieren influir y así lograr que acepten lo inaceptable y secunden planes que siguen el interés de unos pocos”.
Gracias a la experiencia nazi, los líderes se han dado cuenta de que la sociedad es capaz de creer en cualquier mensaje si éste es presentado de la manera adecuada. Solo hace falta ejercer un control absoluto sobre los medios de comunicación y todas aquellas instituciones que transmiten ideología, entre ellas, las escuelas. Basta con hurgar en los miedos, los odios y las inseguridades. Luego construir una “verdad” conveniente y repetirla hasta la saciedad.
¿Cuál es la realidad del México de AMLO?
El periodista León Krauze[4], en un artículo publicado antes de la elección de julio de 2018, hizo las siguientes conjeturas que ahora, después de la toma de poder de AMLO se hacen muy puntuales: “…tiene que ver con las promesas del candidato. Mas que un cambio gradual se ha comprometido a un parteaguas. Piensa en transformar a México no solo a prosperidad sino hacia la felicidad definitiva. Les ha dicho a millones de mexicanos hambrientos de fe política que la pobreza y el crimen desaparecerán, lo mismo que la corrupción…. Lea el lector el último capítulo del libro más reciente de López Obrador: para el 2024 “el campo producirá como nunca”, “la delincuencia organizada estará acotada y en retirada”, “ningún mexicano padecerá hambre y nadie vivirá en la pobreza extrema”, “creceremos el 6%…” y todas las promesas de la campaña y las de todos los días. ¿Hay magia real en las promesas o solo las mentiras que se acumulan a pesar de la realidad? y cuándo alguien le canta las verdades la respuesta es un berrinche acompañado de insultos y apelativos (fifís, corruptos, etc).
En conferencia de prensa mañanera, hace como un mes, grabada en Facebook[5], proclamó: “La mentira es conservadora, reaccionaria. La verdad es revolucionaria, transformadora”. Es obvio que Andrés Manuel López Obrador cada amanecer se ve en el espejo mágico cuando, enamorado de su imagen, le pregunta antes de su show mediático diario: ¿soy el mejor y más sabio líder de México? Y, en esa magia, nunca escucha que la mentira es mentira, aún si él quién la dice.
Conclusión
¿A dónde vamos y cómo vamos a llegar? Apenas van cinco meses de gobierno de la llamada Cuarta Transformación o como dicen personas más pragmáticas la “Transformación de Cuarta” que parece ir como el cangrejo. Ninguno de los pronunciamientos a lo “me canso ganso” está dando lo ofrecido y prometido, sino todo lo contrario. ¿Sera porque aún no se repiten las promesas “mil veces”?
[1] https://www.significados.com/sofisma/
[2] https://en.wikipedia.org/wiki/Joseph_Goebbels/
[3] https://lamenteesmaravillosa.com/una-mentira-repetida-mil-veces-se-convierte-verdad/
[4]https://www.eluniversal.com.mx/columna/leon-krauze/nacion/la-magia-de-lopez-obrad”>https://www.eluniversal.com.mx/columna/leon-krauze/nacion/la-magia-de-lopez-obrad
[5] https://www.facebook.com/lopezobrador.org.mx/videos/2147112275383872/”>https://www.facebook.com/lopezobrador.org.mx/videos/2147112275383872/