Siguiendo la recomendación del Comité de Emergencia,
el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus,
ha declarado el brote del nuevo coronavirus (2019-nCoV)
como una emergencia de salud pública de importancia internacional. OPS
¿Cuál es el papel que juega actualmente China en las Relaciones Internacionales? ¿Está en condiciones China de ocupar los probables espacios que “abandonará” EEUU, tras el retorno al “nacionalismo económico” decretado por Donald Trump, en su rol como potencia mundial? ¿México puede considerar a China como un aliado estratégico alternativo, para reducir los efectos negativos de las agresiones en materia comercial y financieras norteamericanas? ¿La crisis sanitaria del “coronavirus”, qué tanto afecta la presencia internacional de China?
Para responder a estas interrogantes, es necesario mencionar que el momento actual de las Relaciones Internacionales es de grandes cambios y de inestabilidad económica, política y, en esta coyuntura, hasta de emergencia sanitaria. En buena medida, La presidencia de Donald Trump en los EEUU, ha generado una serie de modificaciones, tanto en los esquemas de entendimiento político y diplomático, como en las formas en que se desarrollarán las inversiones, el comercio internacional, los flujos monetarios y la difusión de las imágenes que de sus “adversarios” ideológicos se mantienen. Vivimos un momento de transición mundial, en el que “nuevos” actores, China en específico, reclaman una participación más activa en la toma de decisiones en el plano mundial y mantienen la expectativa de ganar los espacios que, en primera instancia y en la lógica “declinacionista”, dejaría vacante la hegemonía norteamericana. El resurgimiento del “nacionalismo económico” iniciado por el BREXIT y ahora retomado por Washington, amenaza con cancelar la era expansiva de la “globalización” y detener el avance de los mercados integrados, situación que es contraria a la inercia de las últimas décadas y que afecta a las potencias económicas emergentes como India y China. En consecuencia, estamos presenciando una muy clara y bien planeada estrategia por parte de la dirigencia China, para erigirse como la potencia mundial emergente que encabece los esfuerzos por reanimar la economía global y encausar sus recursos para lograr una mayor cobertura de los mercados financieros y comerciales. Sin embargo, ante la crisis de salud de impacto mundial originada en China por el “coronavirus”, pone al centro de la discusión un deterioro del hipotético liderazgo encabezado por la potencia asiática.
En todo este proceso, es de gran relevancia identificar el impacto presente y futuro, que tiene la coyuntura sanitaria, en las posibles alianzas que América Latina en general y México en particular, pueden llevar acabo y palear los efectos de las agresiones económicas y mediáticas de los EEUU. Si somos proactivos, la actual situación, nos abre la posibilidad de diversificar los mercados y de tener un aliado alternativo en materia de inversión y de generación de empleos. Incluso, a nivel de América Latina, podemos identificar una serie de retos regionales que, en términos prácticos, nos hace voltear hacia el “Pacífico Asiático”, en donde, a la par de Corea del Sur, Japón y China, se perfilan como potencias financieras, comerciales y tecnológicas del presente siglo.
Como puede advertirse, discutir en torno a China es de gran relevancia para las Relaciones Internacionales y esto lo podemos sustentar por las siguientes razones:
- La trascendencia de China, no es sólo por su sólida expansión comercial y financiera, es por el peso que tiene en el proceso de toma de decisiones y por la creciente influencia que demuestra en los Organismos Internacionales y demás foros globales. La presencia de China en el mundo es creciente y determinante, tanto por méritos propios, como por la ausencia de liderazgos de alcance mundial que las potencias occidentales han dejado de ejercer en los últimos años.
- El pretendido aislacionismo de los EEUU que, tras la llegada a la presidencia de Donald Trump, ha declarado el retorno a un “nacionalismo económico”, para “hacer de nuevo grande a América” y plantear un alejamiento de los grandes temas de la agenda internacional. Esta “ausencia hegemónica”, hace que China sea uno de los más claros candidatos para tener un rol preponderante como potencia mundial y asumir un liderazgo que retome el modelo de economía global y de mercados abiertos, competidos y dinámicos, que iniciaran los propios norteamericanos desde el fin de la segunda guerra mundial. China tiene los argumentos necesarios para ser protagónico y manejar inteligentemente una estrategia de consolidación económica y socio comercial confiable.
- La reñida competencia internacional va de la lucha por los mercados mundiales, a la conquista de una imagen pública internacional positiva, relevante, confiable, moderna y en ascenso. En el caso que nos ocupa, China debe manejar hábilmente una estrategia mediática que la presente como sensible a la crisis se salud que amenaza con expandirse a todo el mundo y en establecer una sólida propuesta de alianzas estratégicas con otras potencias, tanto emergentes (Brasil, Rusia, India y Sudáfrica) como las tradicionales de occidente (Alemania, Francia, Italia), sin olvidar el muy relevante e influyente espacio geoeconómico del Pacífico Asiático, en donde economías como Japón, Corea del Sur, Singapur e Indonesia, tienen un peso relevante en el curso de la economía global y pueden hacer la diferencia en el fiel de la balanza; sobre todo ahora, pues la renuncia de los EEUU al “TPP” (Acuerdo Transpacífico), abre la puerta a las aspiraciones de los países asiáticos para tener la conducción de la economía global.
En la presente coyuntura, China tiene que superar la oleada de críticas que sobre su sistema interno se vierten en los medios internacionales de comunicación. En el fondo es una “guerra mediática”, pues se habla de más de 20,000 contagios al momento y casi medio millar de muertes. El hecho de que en 10 días se haya construido el Hospital Huoshenshan, que se ubica en Wuhan, China, y que entró en funcionamiento el lunes 4 de febrero con 1,000 camas y 1,400 médicos, habla de la capacidad de la dirigencia china para enfrentar con seriedad la problemática, pues tiene como objetivo combatir el brote de coronavirus y de paso, mostrar al mundo que existe interés, capacidad organizacional y recursos para resolver la crisis sanitaria.
Estaremos atentos al curso de los acontecimientos, pero de algo debemos estar seguros, de esta crisis China saldrá fortalecida.
Fuentes Consultadas:
– BBC Mundo, “Coronavirus en China: cómo el manejo del brote puede afectar al gobierno del todopoderoso Xi Jinping”. Obtenido del sitio web: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51361762</
– Organización Mundial de la Salud, “La OMS declara que el nuevo brote de coronavirus es una emergencia de salud pública de importancia internacional”. Obtenido del sitio web: https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=15706:statement-on-the-second-meeting-of-the-international-health-regulations-2005-emergency-committee-regarding-the-outbreak-of-novel-coronavirus-2019-ncov&Itemid=1926&lang=es
– Forbes, México, “China cumple: abre hospital construido en 10 días para pacientes de coronavirus“ Obtenido del sitio web : https://forbescentroamerica.com/2020/02/04/china-cumple-abre-hospital-construido-en-10-dias-para-pacientes-de-coronavirus/