Las cárceles en México son, muchas veces, catalogadas como las grandes “universidades del crimen”, cuando no siempre es así. Aunque pocas son las historias que conocemos como casos de “éxito” hacia una verdadera readaptación social de quienes estuvieron tras muros y rejas por haber tomado malas decisiones en su vida, generalmente incentivadas ante contextos de precariedad, marginación y violencia, he de decirles que existen.
Desde hace tres años, Lulú Sánchez Puig, directora de Kolëctiv.feat, ha demostrado y constatado que detrás de los muros de concreto del Reclusorio Varonil Norte de la Ciudad de México (RENO) hay un semillero de artistas. Ahí, 16 artistas privados de su libertad han encontrado un mundo de color y lienzos.
La misma Lulú en entrevista para SBN nos dice que ello es gracias a “un taller de expresión artística abstracta donde estos hombres trabajan, pintan y estudian arte desde las 8:00 a.m. hasta las 5:00 p.m., de lunes a domingo, buscando el desarrollo y creación de artistas con dos objetivos principales: la transmisión expresiva a los espectadores del proceso de creación de libertad, por un lado, y por el otro, la conciencia sobre los alcances de la expresión artística y el lenguaje plástico en los internos participantes”.
Moisés Bucio, Alejandro Sandria y Manuel Álvarez son tres de los cuatro artistas que lograron derribar los muros invisibles que construyen el miedo, la inseguridad y la frustración al estar recluidos para traspasar los muros reales y, desde la libertad, compartir su talento y su experiencia a los demás internos, posicionándose como ejemplos del cambio que puede generar el arte en un individuo, en su entorno familiar y en la vida social de un país.
Después de la reclusión…una buena noticia
La Casa de Medio Camino, que estará albergada en el nuevo Complejo Cultural Los Pinos, tendrá como huéspedes a los exinternos durante tres años para que continúen su preparación tanto en desarrollo humano como académico, basada en disciplina y valores para adquirir nuevamente las habilidades sociales y emocionales necesarias que les permitan reintegrarse de una manera positiva a nuestra sociedad.
Este proyecto parte de los resultados obtenidos por el Programa de Arte de Kolëctiv.feat, cuyo objetivo es que los alumnos tengan una real reinserción social a través de la pintura y la fotografía.
Una vez superados los estragos de la pandemia estos artistas liberados, junto con este colectivo artístico, apoyados por la Secretaría de Cultura, abrirán públicamente un taller de expresión artística.
“Aquí lo chicos liberados impartirán talleres a niños y adultos para ayudarles a expresarse de manera artística y generar un ambiente de empatía y de retroalimentación extraordinaria”, comentó la reconocida artista plástica.
La Casa de Medio Camino contará con una galería real y virtual, una tienda de materiales artísticos que se elaboran en el mismo Reclusorio Norte, y un restaurante cafetería, lo que permitirá que la casa sea autosustentable en el mediano plazo y donde estos hombres podrán tener una alternativa real de formación y contar, al mismo tiempo, con una fuente de ingresos.
Y mientras…unas camisetas
El confinamiento obligado por la crisis sanitaria que estamos viviendo orilló a estos artistas a buscar una forma de seguir manteniendo su mente ocupada y dar rienda suelta a su nueva perspectiva de la vida. Por ello, lanzaron una línea de ropa (camisetas y sudaderas) estampadas con fragmentos de sus obras para contar con un ingreso económico que les permita sostener a sus familiares desde la cárcel y solventar los gastos de aquellos que ya están en libertad.
Las obras han sido creadas desde la reclusión, reflejando el significado de la libertad bajo la mirada artística y el lenguaje plástico de cada uno de los internos. Las camisetas tienen un costo de $300 pesos y las sudaderas de $650 pesos, (más gastos de envío, que no son en nada onerosos, porque ellos mismos hacen la entrega a domicilio. Chequen los modelos: www.facebook.com/proyectolibertadmx.
Si quieren invertir en obras de artistas emergentes entren a www.kolectiv.feat.com, ahí encontrarán una extensa variedad y por el mes patrio obtendrán un 50% de descuento por venta especial. Las obras de 90 x 70 cm están en $3,800 ya enmarcadas.
Corto camino, excelentes resultados
A lo largo de su corta vida Kolëctiv.feat ha logrado detectar a 20 artistas con gran calidad humana y con un talento nato e inigualable para el arte, el cual ha sido plasmado en 6 exposiciones fuera del RENO. La disciplina y el hambre por adquirir conocimiento hizo que estos hombres dejaran por unas horas sus celdas y realizaran una visita-estudio al Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México.
A Lulú no le importó que le dijeran “que sería condenada” al trabajar en un reclusorio, su perseverancia -a veces calificada de necedad y empecinamiento-, la llevó a enseñarnos que los presos (de mente) somos lo que estigmatizamos a los exinternos, al no permitirnos conocer sus historias y sus planes.
Hoy por hoy estos artistas, estos hombres son quienes, después de haber purgado una condena, nos están dando la lección más importante de libertad a través de sus obras.
En el argot de las artes plásticas “intervenir” un edificio es darle color y resaltar sus atributos, a esos muros grises se les da vida, perspectiva y luminosidad; así ha sido el trabajo de Lulú Sánchez Puig y Kolëctiv.feat.
Este colectivo artístico ha logrado que los internos del Reclusorio Varonil Norte de la CDMX encuentren la libertad a través del arte y se convierta en una nueva forma de “intervenir” positivamente su realidad y la de la sociedad mexicana.
Si deseas que más artistas derriben sus muros internos dona materiales como pinceles, crayolas, colores, pinturas y lienzos de manta; contáctalos a través de sus redes sociales.