El pasado 18 de febrero de 2021 aterrizó en el Cráter Jezero del Planeta Marte, el Rover Perseverance enviado por la NASA desde Cabo Cañaveral, Florida, el 30 de julio del año pasado. Lo interesante es que, un helicóptero iba acoplado en la parte inferior del Rover y éste se posó en territorio marciano el 3 de abril. Su nombre, Ingenuity.
“Tras un viaje de 471 millones de kilómetros a bordo del @NASAPersevere, el helicóptero logró por primera vez una caída final de diez centímetros comprendidos entre el vientre del Rover y la superficie de Marte. ¿Lo más sorprendente? Ha completado 4 vuelos en el planeta rojo, cada uno de mayor complejidad. En el más reciente, logró elevarse 5 metros, recorrió 266 metros de ida y vuelta y se mantuvo en el aire por 117 segundos. Su nueva fase iniciará tras un quinto vuelo controlado en dos semanas.
Antes de desprenderse, el Ingenuity estaba alimentándose del sistema de energía del Perseverance. Una vez ‘liberado’, tuvo autonomía gracias a una batería propia que se carga con energía solar. De acuerdo con El Confidencial, esa fuente de alimentación activa el calentador encargado de proteger sus componentes eléctricos que carecen de blindaje. Con ello, se evita que se congele y agriete en las noches marcianas.
Bob Balaharam, jefe del Proyecto de Helicópteros de Marte del Laboratorio de Propulsión a Chorro, ha compartido la explicación: “El calentador mantiene el interior a unos 7 grados centígrados durante el frío intenso de la noche marciana, donde las temperaturas pueden descender a 90 grados centígrados bajo cero”. De este modo, estarán protegidos componentes fundamentales como la batería y otros elementos electrónicos sensibles a los daños derivados de temperaturas muy frías.
Su peso en la Tierra es de 1.8 kilogramos, mientras que en Marte se reduce a 0.68 kilogramos debido a la menor gravedad del planeta. Tiene una altura de 50 centímetros y la envergadura de su rotor es de 1.2 metros. Cuenta con cuatro palas de fibra de carbono especialmente fabricadas y dispuestas en dos rotores que giran en direcciones opuestas
La nave está equipada con dos cámaras, una en color con vista hacia el horizonte para las imágenes del terreno, y otra en blanco y negro para la navegación. El Ingenuity es capaz de volar hasta 90 segundos, recorriendo 50 metros cada vez, a una altura máxima de 4.5 metros.
Aunque la gravedad de Marte es aproximadamente un tercio de la de nuestro, la atmósfera tiene menos de un 1 por ciento de la densidad de la Tierra. Esto significa que despegar de la superficie marciana es como volar a 30,000 metros en la nuestra, algo que nunca han conseguido los helicópteros convencionales.
Es por ello que los rotores de fibra de carbono del Ingenuity giran a 2,400 revoluciones por minuto, generando la suficiente sustentación para elevarse. En comparación, la mayoría de los helicópteros convencionales de la Tierra emplean palas de rotor que giran a unas 500 revoluciones por minuto.
Curiosamente, el nombre de Ingenuity no procede de la NASA sino que le fue puesto por Vaneeza Rupani, alumna del Tuscaloosa County High School de Alabama, Estados Unidos, quien lo presentó en el marco del concurso “Name the Rover” en el que participaron más de 28.000 personas.
Sobre del nombre, su creadora escribió : “el ingenio y la brillantez de las personas que trabajan duro para superar los retos de los viajes interplanetarios son los que nos permiten a todos experimentar las maravillas de la exploración espacial. El ingenio es lo que permite a la gente lograr cosas increíbles”.
“Los hermanos Wright demostraron que el vuelo con motor en la atmósfera terrestre era posible, utilizando una aeronave experimental”, dijo Havard Grip, piloto en jefe del Ingenuity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. “Con Ingenuity, estamos tratando de hacer lo mismo para Marte”.
Un pequeño trozo de material del Flyer está unido al Helicóptero Ingenuity. El Flyer fue el avión construido en 1903 por Orville y Wilbur Wright, los famosos hermanos Wright. La tripulación del Apolo 11 voló a la Luna con una pieza diferente del Flyer durante su icónica misión en julio de 1969.
El helicóptero no tiene ningún objetivo científico específico: es un proyecto puramente experimental. El dron, que ha costado 85 millones de dólares, es el primero enviado a otro mundo y está diseñado para probar tecnologías para futuros vehículos voladores en otros planetas.
Como dice el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA: “[El] rendimiento de Ingenuity durante los vuelos de prueba experimentales ayudará a informar las decisiones relacionadas con la consideración de pequeños helicópteros para futuras misiones a Marte. El vuelo de Ingenuity también podría ayudar a los planes de futuros helicópteros, como el Dragonfly de la NASA, un dron de ocho rotores que se lanzará en una misión a la luna Titán de Saturno en 2027”.
