El filme del mexicano Alfonso Cuarón es más que un fenómeno cinematográfico y cultural. En México, Estados Unidos y otros países se ha convertido en el motor de movimientos sociales a favor de los derechos de las trabajadoras domésticas: las Cleos del mundo.
Tras ganar el Oscar por Mejor Director, Cuarón dijo: “Quiero agradecer a la Academia por reconocer una película centrada alrededor de una mujer indígena, una de las 70 millones de trabajadoras del hogar en todo el mundo. Sin derechos laborales, históricamente relegadas a un segundo plan en el cine”.
Esa misma noche, Ai-jen Poo, Directora de la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar, organismo de Estados Unidos, dijo que la película era un verdadero testimonio sobre “cómo hacer visibles a las mujeres que a menudo están en las sombras”.
Según esta misma organización NDWA (por sus siglas en inglés), en EUA hay dos millones de trabajadores del hogar, más del 90% de los cuales son mujeres, la mayoría negras, hispanas o asiáticas. Un estudio de 2012 demostró que casi un cuarto de las empleadas domésticas en ese país vivía en la pobreza, mientras que solo 12% tenía seguro médico provisto por el empleador y otro escaso 7% contaba con un plan de pensión.
“Los trabajadores domésticos son una de las fuerzas laborales de más rápido crecimiento. Sin embargo, las niñeras, las limpiadoras y los cuidadores domiciliarios han sido históricamente excluidos de las protecciones laborales básicas”, asegura un informe de la NDWA. Es por eso que Roma las ayudó terminar de impulsar la Carta de Derechos para las Trabajadoras del Hogar.
Poo dice que ha llegado el momento de aprobar una ley que “regule el sector”, así que promueve, junto a las demócratas Kamala Harris (Senadora por California) y Pramila Jayapal (representante del estado de Washington) una ley que ampare a las trabajadoras domésticas.
En enero, las tres se reunieron en el Congreso con otros legisladores para crear conciencia sobre la necesidad de tener la primera Carta de Derechos para las Trabajadoras del Hogar. Hasta ahora, sólo ocho estados del país tienen leyes de este tipo: Nueva York, Illinois, Oregón, California, Nevada, Connecticut, Massachusetts y Hawai.
Para darle más visibilidad al movimiento, los productores de la película se aliaron con la NDWA y así usar la historia universal de Cleo para dar “visibilidad, dignidad, poder y respeto al sector”.
Y en México no nos hemos quedado atrás. El Instituto Mexicano del Seguro Social arrancó un programa piloto para las trabajadoras, el cual tiene el objetivo darles acceso a prestaciones sociales como la atención médica y hospitalaria; medicamentos, incapacidades, pensión por invalides y vida, fondo para el retiro, velatorios y guarderías.
El propio director general del IMSS, Germán Martínez Cázares, agradeció el apoyo que el equipo de la película Roma dio al programa piloto, mientras que Cuarón celebró este gran paso para la sociedad mexicana.
Es por eso que, además de lograr que conociéramos a nuestras Cleos en el personaje que encarna Yalitza Aparicio (vernos en los ojos de Cleo, recordar a nuestras propias Cleos, añorar la infancia en los tiempos de Cleo, aceptarnos como seres destinados a la resignación, productos de la cotidianidad de la que no puede-podemos escapar), la cinta se ha convertido en algo más que un fenómeno cinematográfico y cultural.