En medio de un inédito dispositivo de seguridad de 25,000 elementos de la guardia nacional desplegados en el centro de la capital, con armamento pesado y armas de guerra, dispuestos para enfrentar a un enemigo hasta ahora desconocido e invisible, se llevó a cabo la toma de protesta del nuevo presidente y de la nueva vicepresidenta de Estados Unidos, en el Capitolio de Washington D.C.
Joe Biden católico de 78 años, es ahora el presidente # 46, llegó con un apoyo de 81 millones de votos; muchos de ellos de los paisanos de origen mexicano. Inicia una nueva era, encabezada por alguien que ha estado en los lugares de toma de decisiones políticas desde hace más de 40 años; abogado, Senador de 1972 a 2009, vicepresidente de Barak Obama de 2009 a 2017 y ahora presidente. Sabe que necesita su país y tiene una clara visión hacia el futuro, sabe también el daño que un populista como Trump le hizo a la sociedad, dividiéndola entre buenos y malos, entre los que me apoyan y los que no, entre los de antes y los de ahora y por ello, su primera misión lo ha dicho, será restablecer la unidad nacional para enfrentar los desafíos de salud y económicos que plantea este 2021.
Dentro de sus primeras acciones ejecutivas que ha dicho impulsará, están: respetar el Acuerdo de Paris, que busca revertir el cambio climático promoviendo el uso de energías limpias y evitando la contaminación; se dice que cancelará los permisos para el paso del oleoducto de Keystone, que llevaría petróleo del centro de Canadá al centro de los Estados Unidos ya que justamente esto promueve las energías contaminantes dañinas para el medio ambiente; en materia migratoria presentará una reforma que posibilite la estancia legal para millones de migrantes que tengan más de 8 años residiendo en aquel país, muchos de ellos mexicanos, y protegerá a los llamados Dreamers, buscando la reunificación de las familias de migrantes que Trump separó. ¡Buenas noticias para los paisanos!
Ya que parte de su triunfo electoral se basó en acusar el manejo ineficiente en contra de la pandemia, se espera que sus primeras acciones vayan dirigidas a controlar su propagación y a evitar el desastre económico que ha provocado en aquel país. Se ha comprometido a vacunar a 100 millones de personas en sus primeros cien días de gobierno, a establecer el uso de cubrebocas obligatorio y a liberar miles de millones de dólares para ayudar a los comercios pequeños y a los desempleados.
El nuevo presidente del poderoso vecino conoce México y a los mexicanos; nuestros problemas de corrupción, narcotráfico, seguridad y pobreza, conoce la política y a los políticos mexicanos y, en ese sentido, tiene claras sus prioridades en la relación bilateral. Sin duda será un presidente que defenderá la democracia, sus reglas e instituciones, tanto en E.U. como en el mundo.
Joe Biden y López Obrador son radicalmente diferentes, ven a sus países con cristales de distinto color; uno viendo al futuro y otro añorando el pasado, uno cuidando el ambiente global, el otro promoviendo proyectos contaminantes, como Dos Bocas y el Tren Maya, uno con la Constitución en la mano, el otro con una guía moral propia, la relación no será fácil.
Finalmente, un poderoso jugador llega con todas las armas al tablero del poder global, habrá que esperar sus primeros movimientos y ver cómo llevará a cabo su compromiso de recuperar el respeto y la presencia política y económica de Estados Unidos en el mundo.