Por primera vez en la historia del INE, su Consejo General por unanimidad decidió, el pasado 6 de febrero, ejercer la facultad constitucional que le otorga el artículo 41 para asumir de forma total las actividades que le corresponden al Instituto Electoral del Estado (IEE) y que son: la preparación, organización y cómputo de la elección para Gobernador del estado de Puebla.
En primer lugar, es necesario recordar que la elección para Gobernador se ha de repetir en virtud de que, como se sabe, el pasado 24 de diciembre el helicóptero en el que viajaban la Gobernadora Constitucional, Martha Erika Alonso, y su esposo el Senador Rafael Moreno Valle, ex Gobernador de Puebla, se desplomó a pocos minutos de haber despegado con rumbo, se dijo, a la Ciudad de México.
Este acontecimiento hizo que se activaran las disposiciones constitucionales, artículo 57 fr. XVIII del estado de Puebla, que prevén que ante la ausencia definitiva del titular del Poder Ejecutivo durante los dos primeros años de su mandato es necesario nombrar a un gobernador interino y el Congreso del estado, convoque, en un término de 10 días, a elecciones constitucionales para que sea electo quien concluya el periodo constitucional inconcluso que, en este caso, es del 2018 al 2024.
Es importante recordar que después de la elección del 1 de julio de 2018 en donde salió electa la Gobernadora Alonso, siguió la confrontación política y jurídica, así como la falta de reconocimiento de los resultados. Se agotaron todas las instancias jurídicas posibles, se realizó un recuento total de los votos emitidos por orden del Tribunal Electoral y se abrieron los paquetes electorales. Sin embargo la duda siguió existiendo en el ambiente político tanto local como nacional, debido a que, como se pudo apreciar incluso en videos, la bodega en donde estaban los paquetes electorales, aparentemente, no había sido resguardada correctamente.
La última decisión judicial incluso fue una decisión dividida en la Sala Superior del Tribunal Electoral: cuatro votos contra tres, imponiéndose finalmente el criterio de la mayoría en el sentido de que, aun reconociendo esta posible falta de resguardo de los paquetes, los resultados de la elección no habían sido alterados y por lo tanto se reconocía el triunfo de la Gobernadora. Para avalar este criterio, se dijo bastaba recordar que todos los cómputos desde el conteo rápido, el Programa de Resultados Preliminares, los cómputos oficiales y el reconteo de votos eran consistentes con relación a quien obtuvo el mayor número de votos. Ahora estos cómputos serán responsabilidad del INE.
Desde luego, no es difícil imaginar que después de esta cadena de impugnaciones y acontecimientos desafortunados, el ambiente actual previo a la siguiente elección del 2 de junio no es el mejor en el estado y las condiciones en las que se tendrán que organizar los siguientes comicios serán sin duda de la mayor complejidad. Sin embargo, si en algo se pusieron de acuerdo las principales fuerzas políticas que contendieron en la pasada elección fue en manifestar su deseo de que fuera el INE quien llevara a cabo su organización.
Básicamente las razones por las que se decidió asumir de forma total la organización y cómputo de la elección de Puebla fueron, precisamente, las condiciones sociopoliticas que rodearán la elección y el consenso alcanzado por las fuerzas políticas en el estado. Las fechas importantes ya fueron establecidas y se sabe que el registro desde el extranjero es del 15 de febrero al 15 de marzo; la precampaña inició el 24 de febrero y concluye el 2 de marzo; el registro de candidatos será del 19 de marzo al 23 del mismo mes; y el periodo de campaña del 31 de marzo al 29 de mayo.
Será, como sabemos, la primera elección que el INE organizará durante la gestión presidencial del Lic. Andrés Manuel López Obrador. Estarán a prueba los principios constitucionales electorales de la no intervención de los gobiernos en las elecciones, es decir, la imparcialidad que debe haber en cuanto al uso de recursos y también en cuanto a declaraciones, visitas, mítines etc. Las reglas de equidad están claras, los candidatos contarán con recursos públicos, medios de comunicación, participarán en el debate de candidatos en el mes de mayo y podrán dirigirse vía redes sociales a sus electores en el extranjero.
El tema del fallecimiento de la Gobernadora seguramente estará presente durante la campaña, aunque como sabemos, en la propaganda de los candidatos está prohibida la calumnia. Esperemos que todos se porten a la altura de las circunstancias y sea una oportunidad para acreditar que en el país y, específicamente, en su estado, la democracia está vigente y es la mejor vía para renovar los cargos públicos.
Como toda elección organizada por el INE será observada por los ojos internacionales que podrán acreditar que México tiene un sistema democrático sólido y renovado.
El INE desplegará toda su experiencia para que la elección sea un éxito y el nuevo gobierno de Puebla sea legítimo y democrático, pero lograrlo no depende solamente del INE. Que ésta una oportunidad para fortalecer a la institución electoral y, con ello, a la democracia en el país.