Este mes, el Metro de la Ciudad de México cumple 49 años de haberse inaugurado. Algunos lo odian y a otros más los ha salvado de llegar tarde decenas de veces, pero lo que es una realidad es que es importantísimo para millones de mexicanos, así que para comprender la importancia que tiene, a continuación algunos datos sobre el tiempo que pasamos en él todos los días.
El infierno que más almas recibe a diario, con un promedio de 5 millones y medio, está en el subsuelo de la Ciudad de México: recibe el nombre de Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM) y, sobre sus rieles, los mexicanos viajan hacinados, abarrotados, como productos empaquetados a sus destinos personales. No tienen escapatoria: sobre esas vías pasan media vida, en automóvil quizá quedarían a deber varios años después de su muerte. ¿Qué hacer? Resignarse, esperar eternidades y cuando se aproxima el tren, como una serpiente, lanzarse como bestias furibundas, peleando entre ellas para apoderarse de un centímetro cuadrado de espacio en el vagón.
En las entrañas capitalinas, los viajantes se transforman en bestias apresuradas y quejumbrosas que sólo piensan en dos cosas: llegar a sus destinos a tiempo y apañar un lugar. Y algunos otros, aprovechando que están en un tianguis subterráneo monumental, con frecuencia compran algunos de los artificios que se ofertan al por mayor.
Ya sea maquillaje, pastillas para el dolor de garganta, ungüento de marihuana, discos con decenas de cumbiones locos o baladas romanticonas, ligas para el cabello, corta-uñas, barras inconmensurables de amaranto rancio o “productos de calidad” a un precio mucho menor del que se venden en tiendas de abarrotes o supermercados. Sí, todo esto nos regala el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM).
El tiempo que pasamos en el metro queramos o no….
Pero a veces pasan tres, cuatro trenes y es imposible compactarse y empujarse lo suficiente para lograr el acceso. No es para menos. México se ubica en el octavo lugar de la lista de 10 países cuyos ciudadanos pasan más tiempo en el transporte público.
El Informe Uso Global de Transporte de la aplicación líder en transporte Moovit, reveló que un mexicano pasa en las entrañas de la ciudad un promedio de 88 minutos al día y debe esperar poco más de 10 minutos en cada estación. Y resulta son los más afortunados.
Un 30 por ciento de los mexicanos que usan el sistema invierte dos horas de su día en los recorridos y un 14 por ciento se ven obligados a esperar 20 minutos o más por estación. Las estaciones con mayor afluencia y en las que, consecuentemente, los ciudadanos se abalanzan con mayor violencia a los vagones son: Pantitlán (en las tres de sus opciones de rutas), Indios Verdes, Cuatro Caminos y Universidad.
México es la primera ciudad, de entre otras seis latinoamericanas, con el mayor uso poblacional (28%) de este sistema de transporte (12 km al día) por arriba de Bogotá, Montevideo, Buenos Aires, Santiago y San Pablo. En cuanto al ranking de la distancia promedio recorrida por viaje, también ocupa el primer lugar en América Latina, con 9.9 kilómetros, seguida por Buenos Aires, Bogotá, Santiago y Montevideo.
La Ciudad de México también es, a nivel global, la metrópolis donde más personas hacen por lo menos un transborde por recorrido (82%) o al menos dos veces (34%). Por si fuera poco, se ven obligados a caminar la mayor cantidad de metros que cualquier otro ciudadano del mundo, poco más de un kilómetro por cada viaje.
Además de las horas de espera, las caminatas por túneles kilométricos y los transbordos obligatorios, también deben soportar los ceses de movimiento abruptos, con la fuerza capaz de arrojar a un niño lejos de los brazos de su madre.
Sea como sea, infierno o no, el Metro nos ha salvado muchas veces.