“…Pero en un país trágicamente acostumbrado a tal violencia, fueron los eventos del jueves en Culiacán los que fueron realmente impresionantes”. CNN
El crecimiento de los “poderes fácticos” en México es incontenible. Ninguna de las estrategias implementadas por el Gobierno Federal ha dado resultados positivos; independientemente de quién ocupe la silla presidencial, lejos de disminuir, o al menos contener el avance de los grupos criminales, éstos se han multiplicado y su influencia e incluso control en diferentes partes del país, se ha incrementado.
Ya es frecuente leer en diferentes medios la idea de que México es un “Estado Fallido”; evaluación que me parece precipitada y que, si bien hay elementos para identificar una “crisis de gobernabilidad”, no hemos llegado a los extremos planteados por la “ingobernabilidad”. Este debate no es objetivo del presente artículo.
Lo que en México acontece es motivo de diferentes interpretaciones en el mundo, sobre todo por lo que implica para los esquemas de seguridad norteamericana. Para nadie es un secreto que la influencia que tienen los EEUU sobre México es de gran trascendencia y lo vemos en todos los tópicos de la agenda binacional; ya sea en materia de inversiones, de comercio, migración, combate al crimen organizado, cooperación científico – tecnológica, etc., etc.
En particular, el clima de violencia que se vive en México es frecuentemente parte de la “nota roja” internacional y en diferentes medios se mantiene la imagen de que en México impera la anarquía y que las autoridades son incapaces de poner orden y de brindar seguridad a la población, afectando la confianza de los inversionistas y alejando al flujo potencial de turistas que pudieran considerar a México como destino para su descanso y diversión. Por lo anterior, ya se han multiplicado las voces que invocan la asistencia directa de las autoridades norteamericanas, para poder hacerle frente a los grupos delincuenciales en México.
A todo lo anterior, es importante tomar en cuenta la fuerza y la presencia de diferentes grupos delincuenciales que tienen su origen en México y que han logrado insertarse en diferentes partes del mundo con “éxito”; tal es el caso del Cártel de Sinaloa que tiene presencia en 56 países y controla importantes rutas del tráfico de estupefacientes, teniendo como mercado meta principal el de los Estados Unidos de Norteamérica.
Ahora bien, lo ocurrido en Culiacán, Sinaloa el pasado 17 de octubre, pone de manifiesto el poderío de los grupos criminales y la forma en que retan al Estado de poder a poder, con la finalidad de evitar que interfieran en sus actividades o de que sus “líderes” sean capturados por las fuerzas públicas. Todo mundo lo sabe, fue una “operación fallida”. Hay evidencia en videos de que capturaron a Ovidio Guzmán López (apodado “el Ratón”), hijo del Chapo Guzmán, líder vitalicio del Cartel de Sinaloa y que tras una negociación con los “altos mandos”, lo dejaron en libertad argumentando evitar un “baño de sangre” que complicara aún más la situación del México de nuestros días.
Tampoco es objeto del presente artículo discutir en torno a la decisión tomada por el “Gabinete de Seguridad” y avalada por el presidente Andrés Manuel López Obrador; lo que aquí intentamos es identificar las formas en cómo este suceso, repercute en la ya golpeada imagen internacional de México.
En la prensa mundial, lo acontecido generó un gran debate e incluso se planteó la “claudicación” del estado mexicano ante el crimen organizado. Se cuestionó la estrategia de seguridad planteada por la 4ª transformación y hubo medios que planteaban la supremacía de los grupos delincuenciales en un México superado por la violencia y la inseguridad.
Por ejemplo, “The Guardian” (medio británico) hizo un recuento de las críticas al presidente en las que incluyo lo siguiente: “Nada admirable en su decisión”, “una operación desastrosa”.
Por su parte “Le Monde” (periódico francés), publicó que “La policía mexicana, atacada con armas pesadas, obligada a liberar al hijo de Joaquín El Chapo Guzmán”.
Pero más allá de la nota informativa, lo que preocupa es la imagen que se tiene de México en el mundo; la forma en que existen fracturas en las instituciones públicas y las erróneas decisiones que se toman en materia de seguridad; sin perder de vista que los grupos delincuenciales que operan en México hacen alianzas con sus similares en el ámbito internacional y eso plantea la “necesidad” de contar con el apoyo de gobiernos como el de los EEUU para poder enfrentar con éxito al crimen organizado.
Fuentes Consultadas:
- BBC Mundo, “Operación para capturar a Ovidio Guzmán: cómo ocurrió la fallida detención del hijo de “El Chapo” en Culiacán”. Obtenido del sitio web: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50243661
- Animal Político, “Qué dijeron los medios internacionales sobre el fallido operativo en Culiacán”. Obtenido del sitio web: https://www.animalpolitico.com/2019/10/medios-internacionales-operativo-culiacan-chapo/
- RT, “¿Participó la DEA? Las dudas y contradicciones de la versión oficial en México sobre la captura y liberación del hijo del ‘Chapo’?“ Obtenido del sitio web:https://actualidad.rt.com/actualidad/332188-participo-dea-dudas-contradicciones-version