El tres veces ganador del Pulitzer, el periodista Thomas L. Friedman explica por qué los empleos que tienen que ver, directamente, con la ciencia, la tecnología y las matemáticas, serán los empleos mejor remunerados. ¿La libraste?
Para el escritor y periodista de The New York Times, Thomas L. Friedman, tres veces ganador del premio Pulitzer (1983, 1998 y 2002), los empleos del futuro, en el sentido de que serán los mejor pagados, son los STEM. En inglés, dichas siglas representan las palabras, Science, Technology, Engineering and Mathematics, es decir, ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas.
Nada descabellado, antes de ahondar más en el tema, un ejercicio simple: ¿en qué trabajan tus amigos que ganan más (y no, no aplican los neodealers)? O en su defecto ¿qué área de la empresa en la que sea que trabajas es conocida por ganar más? Sí, la respuesta seguro entra en alguna de las siglas de STEM.
Sea como sea, para Friedman, dichas profesiones, combinadas con la empatía “de toda la vida” serán las mejor remuneradas. En una columna para Retina, revista del diario El País, explica que en medio de la vorágine tecnológica, que evoluciona incesantemente, “hoy en día, cada vez más máquinas pueden hacer más cosas por encima del trabajo físico y cognitivo medio”.
Y como las máquinas, cada vez más, pueden hacer los trabajos por nosotros, sólo nos queda adaptarnos a ellas o quedarnos sumidos en la mediocridad… o morir.
Para conservar ese trabajo, para progresar en ese trabajo y para aumentar sus ingresos con ese trabajo, tendrán que reinventar ese trabajo con regularidad, adaptándose al ritmo del cambio.
Esta relación inevitable que los seres humanos tenemos con las máquinas se debe, según el periodista, a que los avances tecnológicos forman parte de las tres mayores fuerzas del planeta (junto con la naturaleza y el mercado). En conjunto, esas tres están transformando al mundo.
La habilidad para sacar lo mejor que pueden hacer las máquinas y mezclarlo con lo mejor que sólo los humanos (y sus corazones) siguen pudiendo hacer. Esto es, relacionarse con otros seres humanos y conseguir que sean capaces de moverse por el mundo de manera más eficaz.
En otras palabras, los profesionistas, los países y las empresas que lograrán sobrevivir en ese mundo que Friedman concibe, son aquellos “que están abrazando la formación permanente” (tal como evoluciona, incesante, la tecnología).
Básicamente, cada trabajo de clase media se ve empujado en tres direcciones a la vez: hacia arriba (requerirá más habilidad o un toque humano), hacia afuera (compite con más máquinas, robots o trabajadores de India o China), y hacia abajo (se quedará obsoleto más rápido que nunca).
Y lo que predice el periodista estadounidense ya es una realidad, no hay que esperar tantos años, pues de acuerdo con el reporte anual que hacen US News y World Report, los trabajos mejor pagados en Estados Unidos, en su mayoría, se relacionan directamente con la ciencia (y sus ramas como investigación y medicina), la ingeniería (específicamente la petrolera) y con la tecnología.